domingo, 30 de septiembre de 2012

nuevo blog, diferente propósito

bueno para la que o al que le interese ver otro tipo de historias ingresen a otro blog que escribo en conjunto :)
 yo seré c por si les interesa leerlo así que espero que les guste

http://relacionandonosconelserhumano.blogspot.com/

las amo y a todas las que sigan leyendo le daré final a ambas historias.. el de la última lo tengo escrito y de la de tay y josh en proceso.. eso sería gracias por leer

CAPÍTULO 6



“Confianza es el sentimiento de poder creer a una persona incluso cuando sabemos que mentiríamos en su lugar”
Henry-Louis Mencken
“No porque todo el mundo crea en una mentira se convierte en verdad”
Anónimo

 

 

Según sicólogos

¿Qué consejo le darías a un adolescente que está pasando por un período de rebeldía y tiene problemas con sus padres?

Mi consejo sería que los padres tomen el lugar del hijo y el hijo el de los padres, para que de esa forma el hijo viera las buenas intenciones de los padres y lo alentaría a pedir lo que quiere, a tomar acuerdos.

¿Y a los padres?

El consejo para los padres sería hablar mucho con sus hijos desde que son niños para así comunicarles lo normal que suele ser la rebeldía, e incitaría a que entre padres e hijos tomasen acuerdos entre sí para generar el mejor equilibrio posible

 

Según adolescentes

¿Qué clase de influencia crees que tienen tus amigos en ti?

*Mis amigos no tienen influencia sobre mí, pero me ayudan a hacer las cosas y me alegran.
*Mis amigos siempre me apoyan en los momentos difíciles. Me guían hacia las decisiones adecuadas y yo confío en ellos.
*Mis amigos me aconsejan y me alegran.
* Mucha en relación a mi estado de ánimo, ya que me lo suben cuando estoy triste y me entienden.
* Mis amigos me aportan buenas actitudes y me ayudan abrir la mente a nuevas opiniones.
*Mis amigos cercanos influyen en algunos aspectos, ya que en algunos momentos encuentro que ellos son muy necesarios, ya sea para escucharme o ayudarme. Para mí los amigos son importantes y, por eso, creo que dejo que en ciertas ocasiones influyan en mí.
* Mis amigos son una distracción y logran alejarme de los problemas. Siempre me hacen sentir bien.
* Mis amigos no influyen en mí.
*Mis amigos tienen influencia sobre mí, pero nunca tanto como para cambiar quien soy, ya que yo siempre mantengo mi personalidad.
* Mis amigos me han hecho cambiar de actitud respecto a muchas cosas, pero siempre ha sido para bien
*No me dejo influenciar por la opinión de mis amigos, pero ellos son lo más importante en mi vida después de mi familia.
* Mis amigos no tienen o causan ninguna influencia en mí, ya que yo tengo una opinión muy firme sobre la vida, pero eso sí, me apoyan en los momentos difíciles.

Historia

            Después de dar unas cuantas vueltas por mi habitación, prosiguió.
-Sebastián me engañó - ¿Estaba sorda o acaso había escuchado bien? - ¿Puedes creerlo? – prosiguió sin notar mi cara de enfado - ¡A mí!
Dejé que hablara todo lo que quiso. Que se quejara cuanto pudo, porque al final me tocaría hablar a mí. Mientras daba su gran discurso le envié a Antonio un S.O.S.  y luego de hacerlo me pregunté por qué rayos y relámpagos lo había hecho.
-Luego de esto, me puedo dar cuenta de las cosas que en realidad importan… - me observó en modo de súplica – A – así es como solía llamarme – te ruego que me disculpes – dijo con lágrimas en los ojos, que probablemente fuesen de cocodrilo – me comporté como una idiota. ¿Te digo algo? Él no nos merece a ninguna de las dos y lo mejor sería unirnos y vengarnos de él, ¿Qué opinas?
-Que tienes razón en algo… él no me merece, pero en cambio tú y él son la pareja perfecta. – dije con una sonrisa cínica en el rostro.
-¿En serio? – preguntó con un atisbo de esperanza en la voz.
Justo entonces me llegó un mensaje de Antonio o Toño como me había dicho que le llamase.
-Voy en 10
Espérame
Sonreí por un segundo, ya que el tener contacto con Antonio me llenaba de alegría, pero sin embargo volví a la realidad y miré enfrente, vi a Catalina y tomé la misma postura de antes.
Fue así como proseguí con mi monólogo…
-Sí, porque ambos son igual de manipuladores, traicioneros y lo más mala clase que pueda existir en todo el mundo. – tomé aire para luego continuar con mi discurso – Nunca volveré a ser amiga tuya, porque las amigas están en las buenas y en las malas; no se traicionan ni se roban al novio. Ni aunque lo intentase con todas mis ganas podría llegar a olvidar lo que sucedió entre ambas.
>> Es más, prefiero estar sola que mal acompañada. Si te soy sincera, nunca me había sentido más yo misma que cuando me robaste a Sebastián. Quizás fue malo, pero fue el mayor favor que pudiste hacerme en la vida, así que si lo que vienes a pedirme es perdón, te lo concedo, pero si en cambio vienes a pedirme que te apoye, no estoy dispuesta, o si vienes a pedirme que volvamos a ser amigas, me resigno, porque estoy muy bien por mi cuenta. Si ya terminaste márchate… - al ver que no se iba - ¡Ahora!
Si bien es cierto en un momento pude vislumbrar a la Catalina que en su momento fue mi amiga, eso se borró instantáneamente. En mi interior sabía que había hecho lo correcto, sin importar lo mucho que me haya costado, me sentía orgullosa de mi misma.
Entré al baño y sólo entonces me di cuenta de que tenía el rostro empapado.
 Me di una ducha rápida para sacarme la mala onda de Catalina de encima y me puse algo lindo.
Pantalones blancos de jeans, una polera vestido de color Azul con un bonito diseño y unas sandalias que me había comprado mi madre hace más o menos cuatro meses.
Cuando había finalizado de vestirme, algo que no demoró ni cinco minutos, sentí unos golpecitos en mi balcón.
En todas las películas que había visto a lo largo de mi corta vida, ése era el sonido de piedrecitas en una ventana.
Me asomé lentamente con el corazón en la garganta.
Ahí estaba Antonio. En su cara podía notar su preocupación, algo que me ponía ¿contenta?
Salí y al instante el dijo:
-¿Estás bien?
-Espérame – baje por el árbol al igual que siempre, pero los nervios me traicionaron y caí de boca al piso.
Soy una mata pasiones con cartel y estrellita dorada impresa en mi cara. Para mi sorpresa él no rió, sino que me fue a ayudar a  levantarme.
-Abril, ¿estás bien? – dijo susurrando para que mis padres no notaran que estábamos en el patio.
-¿Por qué no tocaste el timbre? – le susurré de vuelta levantándome del piso.
-Porque no sabía qué clase de problema era… podrías haberte peleado con tu madre – dijo aún entre susurros – me asustaste.
-Peor – dije un tanto afligida – Catalina.
Abrió la boca de la sorpresa.
-Te parece si vamos a otra parte, estoy cansado de susurrar – me dijo de nuevo entre susurros.
-Está bien, pero ahora yo pedaleo – dije riendo.
-Ja, ja. ja, chistosita – dijo acompañando mi risa – mejor caminemos.
Comenzamos a caminar y sólo en el momento en el cual quedé bajo la luz de un foco, pude notar lo sucios que habían quedado mis pantalones.
 -Cuéntame qué ocurrió – dijo sereno.
-Bueno, llegué a mi casa y todo iba genial – omití la parte de estar embobada – y de pronto mi madre tocó la puerta y…
Le conté todo lo sucedido.
Rió un poco.
-Fuiste mala – dijo – pero me parece muy bien, porque pudiste finalizar con el tema.
En eso me abrazó.
Nuevamente todos los síntomas de casi ataque de pánico empezaron a apoderarse de mí.
-No sé por qué pero me gusta estar cerca de ti – abrí los ojos como plato, estaba pensando en voz alta, pero antes de que pudiese borrar lo antes dicho él me interrumpió.
-A mí también – se detuvo y me comenzó a mirar intensamente a la cara, por lo que me arrepentí de ni siquiera haberme puesto maquillaje.
¿MAQUILLAJE? ¿Por qué me ponía a pensar en cosas tan burdas como aquellas en un momento tan emocionante como éste?
Se empezó a acercar, pero no estaba lista, por lo que corrí la cara, o más bien arruiné el momento hablando.
-Ven, te quiero mostrar un lugar – dije nerviosa y torpe.
Lo llevé a la plaza de siempre, a la banca de todas las tardes.
-Aquí vengo todas las tardes  a pensar – dije sin pensarlo.
-¿Sobre qué? – preguntó-
-No sé, sobre la vida supongo – dije al fin. – Sobre los problemas que solía tener.
-¿Solía? – dijo algo contento.
-Bueno, a decir bien, tengo un pequeño problema aún…
-¿Cuál? – preguntó volviéndose serio nuevamente.
-Que aunque con mi madre nos hayamos disculpado, siento que hay muchas cosas de las cuales aún no hemos hablado…
-No es necesario hablarme de esto ahora – dijo notando mi expresión melancólica.
-Quiero contarlo – dije mirándolo a sus ojos color miel.
-Soy todo oídos – dijo dedicándome una sonrisa.
Puso su brazo alrededor de mi cuello.
-Cuando era muy pequeña, mi madre solía traerme a este parque, a jugar. – Empecé a recordar y fue como si ya no estuviese sentada al lado de él, sino que volviendo unos cuantos años al pasado – En aquellos juegos solía esperarme bajo el tobogán, o empujarme en aquellos columpios. Sabía que nada podía pasarme porque mi madre estaba justo a mi lado, apoyándome en lo que fuese.
>>Era como si fuésemos mejores amigas, y al pasar el tiempo, poco a poco, paramos de venir a este parque. Mi padre continuó llevándome a la plaza en la que nos topamos el otro día.
>>Siempre que volvía a mi casa mi madre preparaba una once con panqueques, o algo rico. Me sonreía y siempre ponía música. Bailábamos como si se fuese a acabar el mundo. – volví al presente – Cuando dejó de hacerlo y sobre todo cuando empecé a cambiar, sentí como si la estuviese decepcionando. – dije con lágrimas en los ojos.
-¿Por qué piensas eso? – dijo tiernamente.
-Porque el otro día antes de disculparnos, me dijo que sentía como si yo no fuese su hija, y a pesar de que nos disculpamos, esa frase sigue dando vueltas en mi cabeza – sequé una lágrima que se comenzaba a desbordar.
-¿Pero ella se disculpó por eso o no? –preguntó
-Sí, lo hizo, pero aún siento que en su mirada hay algo diferente.- dije y posé mi cabeza en su hombro. – No voy a volver a ser la misma nunca, porque simplemente ya no soy la misma niña de antes. No sé lo que quiero, no sé lo que quiero hacer con mi vida incluso, pero si sé que no quiero seguir sintiendo que no pertenezco a ningún lado.
-Tú perteneces al lado de tu familia y amigos, sólo que no te das cuenta – dijo sereno.
-No me quedan amigos y siento lo que te dije antes.
-¿Acaso no somos amigos? – dijo un tanto herido.
No lo había pensado, pero Antonio era mi único amigo. A él le había contado más cosas que a todo el mundo. Quizás no conocía muy bien quién había sido, pero si sabía quién era ahora.
Sé que no hay que quedarse pegada en el pasado, pero es inevitable pensar en él, cuando aquello te volvió lo que eres en el presente y forma parte de alguna forma de tu futuro.
-Lo somos- dije para luego agregar – no lo había pensado de esa forma, me refería aparte de ti – le sonreí.
-Más te vale – dijo riendo para al instante revolverme el pelo.
-¡HEY! – protesté.
A su vez le revolví el pelo.
-¡Bien, me rindo! – dije entre risas, pero como no paraba le comencé a hacer cosquillas, cosa que él imitó, venciéndome nuevamente. – ¡Toño, para! – imploré.
-Di que te gané– dijo riendo.
-Me ganaste – dije.
-Y que soy el mejor del mundo. – dijo riendo.
-Eres el peor – reí a carcajadas.
-¡Dilo! O te reirás por la eternidad – dijo riendo fuertemente.
-El mejor – dije entre dientes.
-Mucho mejor – dijo al fin soltándome.
-Espérame un poco – dije tomando el teléfono y llamando a mi mamá.
Al segundo tono contestó.
-¡Abril! ¿Por qué me llamas si estás en tu cuarto? No seas ridícula – dijo divertida.
-Mamá, de hecho, salí y no me viste, y yo tampoco a ti – dije tímida.
-¿Dónde estás? – dijo preocupada.
-Tranquila, no pasó nada malo. Estoy con un amigo en la plaza cerca de la casa – dije intentado tranquilizarla.
- Menos mal, avísame a qué hora llegas – dijo un poco más relajada. – no tardes mucho y la próxima vez avísame antes de salir.
Así pasó el tiempo, en el cual hablamos sobre trivialidades, y aprendimos a conocernos un poco más.
Me dirigí a mi casa a la hora, más menos.
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Gracias a Karina me motivé para publicar el penúltimo capítulo.. en serio que es difícil continuar una historia que no me motiva porque ya no la siento mía... una historia de una típica escolar siento que ya no es mía y que avancé mucho mentalmente desde que inicié el blog hasta ahora.. espero que esta historia les guste porque ya no queda nada para el final :) intentaré sin embargo darle un final a historias de una típica escolar :) eso y muchas gracias a quienes sigan leyendo