martes, 15 de junio de 2010

Capítulo 23 ¿Qué ocurre? 1era parte

Narra Taylor
El fin de semana fui a ver a mis abuelos. Al ver como ha pasado el tiempo, como la gente se deteriora con el tiempo.
Mi abuelo se siente triste, ya que cosas que podía hacer hace tan poco tiempo, ahora es incapaz de lograr.
Debe ser triste llegar a la vejez y darte cuenta de cómo pasa todo. Muchas personas creen que debe ser terrible llegar a esa edad y empezar a volverse un poco locos, que se les olviden cosas o que simplemente hablen incoherencias, pero en realidad eso es mejor que darse cuenta de todo. Las personas que se dan cuenta de todo sufren más, a veces creo que sería bueno volver a ser niños, cuando uno de nada se daba cuenta, cuando frente a los problemas de los mayores eran ignorantes, pero al crecer las personas empiezan adquirir conocimientos.

Esta visita fue distinta, en ésta visita me di cuenta cuan poco tiempo queda, como se nos escapa de las manos. Debo de estar así de sensible, ya que al despertarme en la mañana me encontré con la agradable sorpresita de mi amiga colorina, la famosa y esperada regla arg…
El domingo en la noche, al volver a casa me puse a pensar en todas las tonterías que dijimos con mis primas y primos queridos. Por el lado materno somos todos muy unidos, por el pater-no igual, pero como mis padres son separados y vivo con mi mamá visito más a menudo a los del lado de mamá.
Al volver a casa, ya que el camino es largo, me senté en el asiento de atrás y sin que ni mi madre ni mi hermana lo notaran lloré, ya que es uno de esos días para mí sensibles, en los que cualquier cosa triste me pone mal. Pensé en mis abuelos, que cada vez que los veía intentaba ser muy agradable y todo. Por la diferencia de edad nuestras conversaciones son casi siempre iguales, disfruto conversar con ellos. Mi abuelo recuerda toda la historia de su vida y hay veces que con Hilary nos sentamos a escuchar sus largas aventuras y experiencias.
Mis abuelos fueron y son personas extremadamente honradas, y por todo lo que he escuchado y que me han contado ellos y mis familiares (ya que no estuve viva antes para poder vivirlo), dieron todo por la familia, y gracias a ellos mi madre y mis tíos tienen sus profesiones y la vida.
Cuando me despido de ellos los abrazó fuertemente, ya que puede ser la última vez, ya que últimamente se enferman a menudo, porque están muy mayores. Con mi melliza somos y fuimos sus nietas menores. Mi primo mayor tiene una hija de ocho años llamada Sofía y mi prima mayor tiene un hijo llamado Franco de la misma edad que mi hermana menor, dos años.
Se puede decir que de esa forma con mi hermana siempre nos acompañamos mutuamente, ya que no tuvimos primos de nuestra edad.
Otra de las razones por las que estuve llorando fue porque me acordé de Josh, en quien no dejo de pensar… pienso que me está empezando a gustar demasiado, casi una obsesión, ya que se me aparece hasta en sueños, tan sólo que parecen pesadillas, hay algo que siempre nos separa, algo llamado Bárbara arg.
Ashley nos llamó para decirnos que no nos contaría nada hasta el lunes, por lo que con Hilary quedamos ultracuriosas. En verdad espero que todo le haya salido muy bien.
Josh, sinceramente, me vuelve loca. Me gustaría llegar el lunes y decírselo, pero soy cobarde, sin poder atreverme. Aparte que no me gustan las escenas en las que las mujeres son las que se declaran, ya que es incómodo. El hombre en ese momento, para mí obtiene un papel femenino jeje.
Ojalá el siga igual de interesado en mí, y que lo que vi el viernes tan sólo fuera una conversa-ción de amigos.
-Taylor, despierta, llegamos a casa-dijo Hilary tocándome el brazo ya que me estaba haciendo la dormida.
-Gracias por decirme-le dije estirándome.
Subí mis mochilas al departamento y me fui a dormir. En realidad las ganas de quedarme despierta no eran muchas. Tan sólo pensaba en cosas tristes, quizás dormir me ayudaría a relajarme un poco.
Por otro lado estaba muy emocionada porque comenzarían las prácticas de básquetbol.
Al día siguiente…

Estaba soñando con el bombón de Drake Bell, él me estaba diciendo lo linda que me veía. Estábamos paseando cuando de pronto me él empieza a decir: “Taylor, Taylor… despierta dormilona”, pero lo raro no fue eso, lo raro fue que su voz me sonaba a una voz femenina muy familiar… casi como si la escuchara todos los días. Yo lo miré con cara de extrañada, casi como haciendo una mueca, y él empezó a reír igual que Hilary, y su cara se transformó de un minuto a otro a la de mi hermana. Esto era muy raro, ¿Por qué Hilary estaba en mi sueño?
Luego desperté de golpe, que de golpe, de un golpe, me pegaron con una almohada en la cara. Esta sí que me las iba a pagar. Me hice la dormida y me di la vuelta para hacerla enojar
- ¡Taylor despierta!-dijo de pronto chillando. Ahora sí que la mataba, si quiere que me pare me voy a parar, pero espero que después no me alegue…
Me paré y empecé a perseguirla como si fuera la prueba de atletismo.
-¡Taylor!... para, no quise pegarte con el cojín-dijo Hilary.
-¿Por qué te pones tan agresiva en las mañanas?…. Esa no es forma de despertar a al-guien.-le dije un tanto irritad. Por fin, luego de muchos días tenía un sueño que en realidad me gustaba, y ella llegaba y me despertaba cinco minutos antes de lo debido.
-Es que, tengo una emergencia-me dijo mirando el piso- no encuentro mi reloj.
-Hilary, lo tienes en la mano- le dije señalando su muñeca.
-Gracias-dijo rápidamente y salió corriendo antes de que la alcanzara.

Me fui a tropezones al baño. Me miré al espejo y la espinilla querida por fin estaba desapare-ciendo. Tenía unas ojeras tremendas y una cara de cansancio espantosa.
Me duché rápidamente, me puse el uniforme y con Hilary armamos nuestros bolsos de depor-te, Hilary se había recuperado bien de su tobillo, por lo que el doctor le dio el alta para hacer dpeortes.
En el colegio tenía a la primera hora álgebra y luego música.
A la tercera y última hora de tortura antes de recreo era matemática, la cual me tocaba en la sala que quedaba al lado de la de Diego. Hace tiempo que no sabía de él.
-Hola-me saludó con un beso en la mejilla.
-Hola-le dije extrañada por su comportamiento. Está bien, no guardo rencores, pero tampoco me gusta que me dejen plantada.
-Y ¿Cómo te ha ido?-me dijo como si nada
-Bien, ¿El otro día se te olvidó que te ibas aj untar conmigo?-le dije en ese momento antes de que se me fuera la valentía para decirlo de esa forma.
-¿Cuándo?-preguntó el muy idiota, ni siquiera se acordó.
-El viernes al último recreo-le dije algo irritada. Una cosa es que me deje plantada y otra es que ni siquiera se acuerde.
En ese momento se tomó el rostro con ambas manos.
-Lo siento tanto, te recompensaré, en serio se me olvidó-se notaba que lo decía sinceramente.
-Está bien si igual no te esperé tanto tiempo-dije bajándole el perfil al asunto. No me gusta discutir cuando la otra persona está arrepentida.
-¿Me disculpas?-dijo usando un tono seductor.
-Sí, ahora tengo que irme a clases-di media vuelta y me marché a la tercera clase, pero para mi sorpresa encontré en la pizarra escrito “IR A RECEPCIÓN A BUSCAR SUS NUE-VOS HORARIOS”

Para cada cual el horario es distinto, algunas horas coinciden y otras no, ya que hay clases optativas, en las cuales podemos elegir entre dos.



Hora Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes
8:30-9:20 Álgebra Lenguaje Historia Música Artes
9:20-10:15 Artes Tutoría Inglés MatemáticasFísica
10:15- 11:10 Matemáticas HistoriaBiologíaInglés Álgebra
11:10-11:35 L I B R E
11:35- 12:25 Lenguaje Inglés Lenguaje Biología Inglés
12:25-1:05 Ética Física Matemáticas Inglés Historia
1:05-1:55 Inglés Química Física Lenguaje Lenguaje
1:55- 2:50 Almuerzo Almuerzo Almuerzo Almuerzo Almuerzo
2:50-3:35 Ed. Física Matemáticas QuímicaHistoria Lenguaje
3:35-3:45 L I B R E
3:45-4:30 Ed. Física Música Inglés Química Matemáticas

Al mirar el horario noté que ese mismo día tenía educación física, menos mal que había traído repuesto de polera y calcetines.
Fuimos a la clase de matemáticas, la cual estaba a cargo de mi tutor (profesor a cargo del curso).
La clase estuvo relajada.
Cuando salimos al recreo mis amigas y yo fuimos a saludar a la enfermera, estuvimos cinco minutos dentro y luego salimos.
Lily y Tony se fueron juntos a conversar, Michelle fue a buscar unos libros a su casillero para repasar antes de un control que teníamos de inglés. Por el otro lado a Ashley la llamó Matías, por lo que prometió contarnos todo sobre la cita luego. Zoey se fue a pasear con Jake, en verdad que estaban más unidos que nunca. Hilary y yo nos quedamos solas, por lo que nos miramos y reímos.
-Solas tú y yo hermana-me comentó Hilary.
-Sí-las dos reímos.
-Bien lindo Antonio ¿eh?-dijo levantándome las cejas.
-Cállate, más encima él creía que yo era tú-las dos reímos.
-Nos confundió aunque no nos parecíamos-me comentó riendo.
-Se veía como un buen chico-le dije.
-Es primo de Bárbara, acuérdate que nos preguntó si la conocíamos y quedamos im-pactadas. Bárbara debe de influir sobre él-dijo moviendo la cabeza.
-¡Hilary!-gritó Benjamin cuando venía acercándose.
Nos saludó a ambas con un beso en la mejilla.
-¿Qué ocurre? ¿Por qué el grito? Casi me dejas sorda-dijo por lo que él y yo reímos.
-Qué milagro, por fin escuchó algo – dije riendo de mi propio chiste
-¡Oye! – dijo protestando Hilary mientras me daba un leve golpe en el hombro
-¿Puedo robártela este recreo?-me preguntó Benjamin.
-Está bien, cuídala-reímos todos por lo tonto que sonaba eso.

Y ahí estaba yo, sola, sin saber que hacer un recreo que se supondría sería divertido.
Empecé a vagar por el colegio, ya que sabía que la conversación de Ashley sería de más de sólo unos minutos.
Tenía ganas de ver a Josh. Era como mi vicio, mi obsesión. No podía parar de pensar en él.
Verlo cada día, era una de mis razones para levantarme temprano.

M e dirigí hacia las graderías de enfrente de las canchas fútbol y me puse el gorro del polerón del colegio.
Los chicos de tercero y cuarto jugaban al fútbol, al igual que algunos de mi nivel y de segundo medio.
Entre ellos estaba Diego. Quien al verme empezó a correr más rápido y a jugar mejor de lo que lo estaba haciendo anteriormente.
Muchas personas piensan que uno es perseguida, que está obsesionada con que todos la miran.
Yo sé diferenciar cuando alguien te mira de reojo o despreocupadamente y cuando a una la miran con intención de hacer contacto visual o simplemente observarte.
En el jardín que está junto a las canchas de fútbol divisé a Josh. Me empecé a acercar a paso lento, ya que estaba solo y quería que pareciera casual.
De un momento a otro se giró a verme, y en vez de ir a saludarme se dirigió a otra dirección. Soy ilusa pero no tonta, me doy cuenta cuando alguien me está evitando, pero la pregunta es ¿Por qué me estaba evitando? ¿Qué le ocurre?
Me dirigí hacia el baño un tanto cabizbaja, ya que en realidad estaba apenada. Sinceramente los hombres son un misterio, no sé porque se comporta así, más encima yo debería de estar enojada con él.
La campana empezó a sonar y me dirigí a mi casillero a buscar mis libros para dirigirme al aula 15 donde me tocaba Lenguaje.
De camino me encontré a Catie, a quién no había visto hoy.
-Hola, Cat, que sorpresa encontrarte-le dije y me senté a su lado en la banca en la que estaba.
-Hola Tay-me dijo con una sonrisa un tanto fingida, a ella le ocurría algo.
-¿Qué ocurre?-le pregunté.
-Estoy un tanto cansada, eso es todo-yo también había dicho eso una que otra vez para estar sola, o para tan solo no contarlo.
-Vamos Cat, sabes que puedes contarme lo que quieras ¿Qué ocurre?-dije sonriéndole.
-Está bien, lo que ocurre es que… -suspiró-creo que David tan sólo jugó conmigo, al parecer está intentando volver con su ex.
-Maldito, ¿Le puedo ir a pegar?-le ofrecí.
-Tranquila Rocky, quizás simplemente no es el indicado para mí-dijo ahora dando otro largo suspiro.
-Por el momento se salvó de los puños de la gran Taylor-le dije haciendo una mueca de gladiador, por lo que le salió una gran risotada.-Hablando sobre otra cosa ¿Hoy vino Eric?-en realidad necesitaba un consejo de un amigo y en el único que podía contar para eso era con Eric.
-No, creo que se enfermó, o está de viaje-me dijo no muy segura.
-Bueno, Gracias igual-me di media vuelta y me dirigí hacia el aula.
Concentrarme en realidad no fue un gran tema. Lo que me costaba más era dejar de pensar en Josh. No tenía la menor idea de porque se comportaba así conmigo, me da pena y me siento mal conmigo misma por pensar tanta cursilería junta.
En el fondo siempre he deseado al chico ideal, al típico príncipe azul, o rojo o del color que sea. Pero en la vida real ese hermoso caballero, no existe, es distinto para cada chica que ha pisado el planeta.
El Don perfecto no existe, es difícil de que exista en un futuro.
Al principio uno se ciega por la belleza, pero en realidad todos somos distintos por dentro que por fuera.
Esto no significa que no quiera pensar más en Josh… tan sólo que es su culpa y la mia que me sienta de esta forma… sumándole a ello que esté con mi amiguilla la colorina.
Cuando terminó la clase me dirigí nuevamente a los casilleros a dejar mis cosas de lenguaje y a buscar mi cuaderno de ética.

Empecé a caminar por el pasillo, que sinceramente estaba lleno de gente. De pronto choqué contra alguien…Josh.
-Lo lamento-logré pronunciar mientras me agachaba a buscar mi cuaderno con todas las hojas revueltas en el piso, las cuales fueron pisoteadas por muchas personas inconscientes de que yo estaba en proceso de recogerlas. Algunas personas me entregaron algunas hojas, pero Josh tan sólo se levantó.
-Intenta tener más cuidado-dijo, mirando detrás de mí, con un tono distante e indiferente

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Hola...jejej se que no he subido enmas de un mes y en verdad gracias por seguir leyendo...este cap se lo dedico a Montse y Aranza... especiales agradecimientos a todas...especial a agus q es persistente ;) y la quiero mucho y a maili :)

Les quiero recomendar unos cuantos blogs

el de MARINA QUE GANO EL CONCURSO WOW!

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El de Emma...una super amiga, que escribe mejor que yo ajaj ajaj.
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comenten y la segunda parte el sabado creo...jejeje se que no es muy larga pero es lo que hay