sábado, 29 de octubre de 2011

Capítulo 2

si, para todas las que preguntaron, seguire cn mi anterior historia pero mientras para que se entretengan les estoy publicandi esta
:)

CAPÍTULO 2

“Ser o no ser, esta es la cuestión”

William Shakespeare

¿Qué crees que es lo que más cambia en cada persona durante el proceso de adolescencia? ¿Cómo se reflejó eso en ti?

*La mentalidad, ya que aprendí a ser menos inocente y a abrir los ojos a como son las cosas en realidad.

*La personalidad, cada vez me vuelvo más enojona e irritable.

*El cuerpo y la personalidad, ya que uno madura mucho.

*La forma de pensar, ya que uno se vuelve más independiente

*La forma de ser y pensar, ya que uno se vuelve más independiente y quiere más permisos. Yo me volví más frío y eso lo sé porque cuando era pequeño yo expresaba mucho más mis sentimientos y ahora he perdido la capacidad de sentir tanto como antes.

*La mentalidad no cambió mucho, aunque obviamente no tengo la mentalidad de una niña de 5 años. A mi parecer los cambios físicos son más evidentes.

*Yo creo que en algunos casos la manera de pensar cambia y también la manera de proyectarse al futuro de uno mismo. El cuerpo a su vez también demuestra que ya no somos unos niños y es de lo que más cambia en la adolescencia.

*Lo que más cambia es el ambiente de cada persona. Se definen los gustos y también los grupos de personas con los cuales uno se junta. Otra cosa que cambia mucho es la percepción que uno tiene respecto a la vida.

*La mentalidad, ya que ahora me doy cuenta de las cosas que en realidad importan en la vida.

*La personalidad, carácter y forma de pensar, me volví más maduro y en la forma de actuar ante los demás.

*Lo que más cambia es el carácter y lo físico, antes era muy acelerado y no medía ningún riesgo.

Según los sicólogos

*Hay cambios a nivel afectivo, psicológico, biológico, intelectual y social (hormonales, crisis de identidad, etc.).

*Proceso de cambios físicos en la mujer: aparición senos y vello. Llega la menarquia (menstruación) y con ello cambios hormonales que afectan físicamente y psicológicamente al joven.

En el hombre cambia la voz, aumenta la testosterona, aparición de vello, también comienzan a sentir interés por el sexo opuesto, atracción.

* Durante la adolescencia se viven una serie de cambios a nivel biológico y psicológico. En el primero se vive la aparición de los caracteres sexuales secundarios, propios del cambio físico que se experimenta desde “ser un niño” a comenzar a sentirse adulto. Entre éstos encontramos el cambio de la voz en ambos sexos, la aparición de vellos, el crecimiento de los órganos genitales y reproductivos, el desarrollo de la musculatura, el aumento en la tonicidad y estatura, entre otros. En el ámbito psicológico se comienza el proceso de descubrimiento de la identidad personal, se desarrolla un pensamiento asociado a lo “hipotético-deductivo”, generándose así una flexibilidad mental, razonamiento abstracto y constructivo, entre otras características. Desde lo afectivo, el adolescente demanda cercanía emocional, presenta inestabilidad y busca el reconocimiento constante en las labores que realiza. En el ámbito social, se comienza a definir un grupo de interés en la participación, alejándose del núcleo familiar y buscando su independencia, aunque siempre ligado afectivamente a los padres.

Historia

Muchas veces al despertar me pongo a pensar de que quizás sigo soñando y de que al pasar el día, quizás estaba ya todo predestinado. A pesar de ese sentimiento me despierto cada mañana pensando que algo grandioso puede ocurrirme en el día, aunque los días sean completamente normales.

Me cepillé los dientes. Eran alrededor de las 10 a.m. y el olor a pan caliente inundaba mi habitación.

Bajé rápidamente las escaleras y al atravesar las puertas de la cocina sólo estaba mi madre preparando unos panqueques.

Seguía enojada, se le notaba en la mirada.

-Buenos días – dije de todos modos.

-Buenos días – me miró sorprendida como si no se lo hubiese esperado.

Me senté en silencio y me serví leche en un tazón. No sabía que decir para romper el incómodo silencio, pero como una vez leí en un libro, si no tienes nada bueno que decir, es mejor no decir nada.

-¡Buenos días! – dijo mi papá tan eufóricamente y de pronto, que incluso salté del susto.

-Buenos días – dijimos mi madre y yo al unísono.

-Hija, pero ¿Por qué aún no estás vestida? ¿Acaso no recuerdas que hoy hay una exhibición en tu colegio? – dijo mientras se sentaba.

-Se me había olvidado, me termino esto y subo a cambiarme – dije mientras comía lo más rápido que podía. Más bien succionaba.

Al terminar pedí permiso y subí corriendo las escaleras y me metí a la ducha rápidamente para luego tomar unos jeans y una polera larga.

Así tal y como si fuese una carrera bajé las escaleras con unas zapatillas en la mano.

Me las puse justo a tiempo para salir junto a mi familia directo al auto.

***

Caminamos hacia la puerta principal y mis padres tomaron unos folletos mientras yo corría a coger unos asientos para las presentaciones que se harían. Casi todos los actos eran artísticos.

Aunque habíamos llegado justo a tiempo, de igual manera había mucha gente, por lo que no me dio el tiempo para encontrar asientos enfrente.

Me senté en una esquina, junto al pasillo, mientras que cuidaba que nadie ocupara los asientos de mis padres y hermana.

Al rato llegaron y empezó el infaltable discurso del director del colegio.

De pronto por el rabillo del ojo pude ver que al otro lado del pasillo se sentó Antonio. En realidad nunca nos hablábamos, pero el conocía parte de mi historia y yo parte de la de él, pero no nos conocíamos en el sentido de hablar o… saludarnos.

Empezaron las presentaciones de baile. Al finalizar todos aplaudían como locos.

En un instante ocurrió algo impensable e inesperado, pillé a Antonio mirándome a escondidas, y no se por qué eso me causó una sensación reconfortante y de nerviosismo, por lo que pretendí que fue una simple coincidencia, pero luego ocurrió una y otra vez durante la presentación de canto y de poesía.

Finalmente se acabaron las presentaciones y los padres fueron a felicitar a los profesores al igual que el mío que no paró de decir “ ¡Qué fantástico! ¡Magníficas presentaciones! Uds. Deberían de unirse a algún club de literatura o artístico “.

Me fui a sentar a una de las bancas mientras mis padres iban donde los profesores y mi hermana partía a vender unas rifas para su viaje de estudios.

Pensar que con Catalina siempre planeamos formar parte de algún club literario, pero no, ya era demasiado tarde.

-¡Voy enseguida a la casa papá! Pero…- inspiró profundamente, sonaba increíblemente enojado– te digo que estoy en una actividad del colegio, si no me crees llama a mamá. ¡Sí, llámala! Me da igual que ustedes se estén separando, yo también tengo una vida – dijo exaltado y colgó el teléfono.

Era Antonio. No se había dado cuenta de que yo estaba escuchando. No había notado mi presencia hasta que nuestras miradas se cruzaron y su expresión malhumorada se relajó.

En un momento no sabía si decirme algo, pero al ver que era obvio nuestro intercambio de miradas se acercó..

-Hola – le dije y luego hubo un largo silencio incómodo.

Estaba muy nerviosa, no lo negaba. Me sentí como si hubiese estado intentando escuchar a hurtadillas.

Después de titubear unos segundo dijo:

-Hola –sentándose a mi lado- por lo que me moví unos centímetros a mi derecha para hacerle un espacio. Sinceramente me sorprendió que se sentara a mi lado cuando debía de estar vendiendo rifas al igual que mi hermana.

En realidad no debiese de importarme que un chico se me sentara al lado, pero mi cuerpo no me acompañaba en esto.

- Tú eres la hermana de María, ¿no? – dijo de algún modo para romper el hielo, sólo que no resultó porque me hizo enfadar un poco, ya que la gran mayoría de las personas me conocían por eso. ¿Acaso no podía decir “eres Abril, ¿cierto?”?

-Sí –dije lo más fríamente que pude.

-Tú…- se le notaba nerviosismo en la voz – ¿tú escuchaste la conversación?

-Emm.. – no sabía que decirle, pero en realidad no tenía motivos para mentirle – Sí – se tensó – pero sólo el final, no es que haya estado prestando atención específicamente, dije junto a una risa nerviosa.

-Mira, tú y yo no nos conocemos muy bien, pero te quiero pedir un favor no le cuentes lo que escuchaste a nadie – dijo en tono suplicante.

-Hey tú, tranquilo, no soy de las chismosas que le van contando lo que escuchan a la mitad del colegio.

-Me parece bien, lo que ocurre es que este colegio es muy pequeño y las noticias se saben rápido. Por cierto, mi nombre es Antonio – dijo tendiéndome su mano.

-Abril – dije estrechando la mía con la de él.

- Lindo nombre, poco usual, me gusta – dijo dedicándome una sonrisa.

- Mira, no soy buena dando consejos, pero entiendo lo que es tener problemas con los padres así que no te preocupes, no le contaré a nadie.

-Gracias – dijo un tanto aliviado - ¿Problemas con los padres?¿Tú? No pareces del tipo conflictivo.

-Lo que ocurre es que no me conoces – dije divertida – bueno, me voy antes de que mi padre empiece a hacer amigos entre los profesores y los invite a cenar.

-Cuídate – dijo con una sonrisa cálida.

-Si necesitas a alguien con quien hablar, acuérdate que afuera hay más gente que te puede escuchar- dije y al instante no pude creer lo que había dicho y me sonrojé.

-Lo tendré presente, eso te lo aseguro – dijo.

Me levanté del asiento y en cuanto empecé la búsqueda Antonio volvió a hablarme:

-¡Abril! Gracias de nuevo – dijo haciéndome una seña con la mano para que lo viese.

En realidad estaba sumamente nerviosa. Es obvio que a mi edad yo sienta una leve atracción por el sexo opuesto, ya que no podría ser más grande porque soy una persona un tanto solitaria, pero todo lo recién ocurrido me resultaba extraño.

Más encima, cambió todo prejuicio que tenía sobre él, ya que aunque pareciera que fuese una persona petulante y todos los rumores que acompañaban aquel adjetivo, se había comportado muy normal, incluso agradable.

Fui al lugar donde se encontraban mis padres y al rato nos fuimos a la casa.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Portada :)

OTRO CAP

Pense que quedo muy corto asi q aqui va el primer cap :)

CAPÍTULO I

“Las cosas no cambian; cambiamos nosotros”

Henry D. Thoreau

En casos familiares hay que analizar caso por caso.

Según los adolescentes

¿Qué clase de problemas tienen con sus padres?

*Como mis padres están separados, me utilizan de mensajero entre ambos.

*No me dejan salir a ninguna parte, lo que me molesta mucho.

*No me peleo mucho con mis padres, ya que no hablamos mucho.

*Con mi mamá discuto por cualquier cosa, ya que muchos días (la mayoría) se encuentra irritable, en cambio con mi papá me encantaría arreglar el tiempo perdido, ya que cuando yo era pequeña él no estaba muy presente.

*Mi mamá y yo nos peleamos, porque soy artista y ella no me entiende del todo. Me reta por rayar las paredes de mi habitación y me castiga muchas veces. Con mi papá no peleamos.

*Todos los problemas que yo tengo con mis papás son respecto a ellos y a su relación. Me cuentan todos sus problemas y me cuentan la historia de tal manera de que ambos terminan siendo los inocentes de la historia.

*Me peleo con ellos por cosas que pasan en el día a día y en desacuerdos que tenemos sobre pensamientos.

*Tengo problemas con mi papá, porque ya que al estar mis padres separados, él pasa mucho más tiempo con su nueva familia que conmigo y mis hermanos. Siento como si los prefiriese a ellos.

En relación a mi mamá, yo nunca le puedo ganar una discusión.

*Con mi papá tengo muchas peleas últimamente, ya que tengo muchos sentimientos encontrados respecto a él. Mi papá era un ejemplo de vida para mí y de una forma u otra me decepcionó cuando él y mi mamá se separaron por culpa de él.

*Por notas y por mis conductas (desordenada, por pensar diferente en muchas cosas). También porque en la casa sólo puede haber una mujer que mande y esa es mi mamá.

*Sobre los permisos, ya que yo ya soy lo suficientemente grande para salir a muchos lados y ellos cuando se enojan no me dejan salir.

*Me retan por no estudiar y en ocasiones por no hacer caso

Los conflictos y discusiones, aunque sean frecuentes, no tienen que ver con la personalidad de los padres ni con el de ellos. No es que no nos aprecien o no nos quieran más, sino que está relacionado con la necesidad de los adolescentes de independizarse y construir su propio proyecto de vida.”[1]

La adolescencia se percibe como una época tormentosa y emocionalmente agresiva, llena de enfrentamientos entre los adultos y los jóvenes, sobre todo dentro de la familia. Se considera una etapa en que se produce el desarrollo físico y los cambios emocionales más fuertes y rápidos en la historia de cada persona.”[2]

Según los sicólogos

¿Qué clase de conflictos se originan entre los padres y sus hijos durante esta etapa?

*Los problemas con los padres se dan porque existe un proceso de diferenciación con ellos para la constitución de una identidad propia. El adolescente desarrolla una oposición a sus padres para diferenciarse de ellos.

* Principalmente se generan conflictos relacionados con la comunicación y el cumplimiento de roles en la familia. Como ya sabemos, el adolescente busca su autonomía y su identidad, intentando diferenciarse de sus cercanos y más bien identificándose con sus amigos o grupos de pares. Los límites claros, la comunicación, la confianza son temas principales que pueden perderse si no son manejados comprensivamente por los padres, y si no existe un proceso de orientación claro en los adolescentes, por parte de ellos y de su familia directa, llámese a nivel afectivo, de contención emocional, social, de ayuda académica y sexual.

¿Cuál es la reacción de los adolescentes hacia esto?

*Conductas inadecuadas, reacción frente a las normas, confusión emocional, falta de identidad e identificación con figuras externas que no siempre son adecuadas para conformarla, enfrentamiento de los padres, menoscabo de la familia y de la autoridad de los padres, entre muchas otras.

Historia

Tres meses después…

-Abril, ¿¡Qué te ocurre!?- preguntó mi madre enojada. Obviamente ella no entendía.

-¿Qué me podría pasar? – respondí como si escupiese las palabras.

-¿Qué manera es ésa de responder? … ni… niñita vuelve aquí te estoy hablando.

Me dirigí a mi cuarto y cerré la puerta tras de mí, así dejando a mi madre atrás en conjunto con sus gritos furiosos y desesperados.

Al paso de una hora en la cual mi madre golpeó mi puerta frenéticamente y castigarme hasta la edad de 43 años, me escapé por el balcón y caminé hacia la plazoleta que quedaba cruzando la calle.

-Buenas noches – me saludó el guardia de la plaza.

-Buenas noches – respondí asintiendo con la cabeza.

Me senté bajo un farol en una banca solitaria, y me coloqué mis audífonos, dejándome envolver por la incesante música que retumbaba en mi cabeza.

Ya era invierno… Sentía como el frío me calaba los huesos, debería haber traído una chaqueta… pero en fin, ya no lo había hecho.

Necesitaba estar sola. Durante los últimos cuatro meses me había acercado a esa misma banca casi todas las noches, a pensar.

¿Sería lo correcto?

Hace cuatro meses contestarle a mis padres era algo impensable, al igual que a los profesores, pero ¿Qué era lo tan grave? Es mi vida ¿No?

Catalina, era mi mejor amiga y solía acompañarme hasta este sitio por las tardes, pero desde que empezamos a crecer y comenzaron las peleas, no hemos vuelto a salir juntas, ni a compartir un secreto ni nada por el estilo.

La vida es tan frágil, al igual que nuestras relaciones con las personas. Cualquier hecho puede destruir lo que se lleva construyendo durante años.

Las personas nacemos y pasamos la vida buscando nuestro camino, nuestra felicidad y creemos que el camino hacia nuestro objetivo muchas veces es la libertad. Desde que vengo aquí por las tardes me pregunto en repetidas ocasiones, ¿Será la forma correcta?

Miro la hora de mi reloj. Ya se empieza a hacer tarde, son casi las 8 y si mi madre no me encuentra para la cena no me imagino de qué color se llegará a poner.

No es que me guste hacerla enojar, pero simplemente siento que no me entiende en lo absoluto, que no entiende que necesito mi espacio, es como si no le interesara en lo absoluto.

Me paré de la banca y me dirigí a mi casa.

De camino vi pasar a Antonio. Obviamente no debe de haber notado mi presencia, no es que yo sea la chica más llamativa del mundo o algo por el estilo.

Es alto de pelo oscuro y de piel color mate. Sus ojos son de un café claro y no nos hemos llevado muy bien desde que lo conozco. Muchas niñas de mi escuela alucinan con Él, pero sinceramente su actitud soberbia opaca su atractivo.

Seguí caminando hasta mi casa y subí por el árbol hasta el balcón de mi habitación.

Me dirigí al baño para darme una ducha y al salir me puse el pantalón del pijama y una polera de tirantes.

Ésta se ajustaba bien a mi figura. Soy de contextura promedio, ni muy flaca ni rellenita. Mi pelo me llega hasta media espalda y es de color castaño, lo que contrasta con mi color de piel que es un tanto pálido. Mis ojos son de color café, sin embargo a la luz se ven de color miel. En realidad no soy nada del otro mundo.

Bajé justo a la hora de la cena y me encontré con mi padre entrando por la puerta de la casa.

La cena estuvo más calma de lo que pensé. Después de que mi madre me acusara de mi “mala actitud” con mi padre por más o menos diez minutos seguidos y me hizo creer que casi no tenía necesidad de respirar, ya que era una palabra tras otra y sólo escuchaba un bla, bla, bla, constante, mi hermana mayor habló sobre su día.

Aunque mi madre últimamente se enoje constantemente conmigo e intente convencer a mi padre de que se ponga de su parte, sé que me sigue queriendo, y sé que mi padre no le cree del todo las cosas que le dice mi madre, ya que lo exagera todo.

Mi padre, por otro lado, me entiende. Lo sé, ya que una noche cuando mi madre y yo tuvimos una gran pelea, se sentó en el borde de mi cama y me dijo:

-Cuando yo tenía tu edad, tenía problemas todo el tiempo con mi padre, pensaba que no me entendía, pero al pasar un tiempo me di cuenta de que él sólo quería lo mejor para mí y que no valía la pena pelearme todo el tiempo con él… – suspiró -. Me di cuenta de que estábamos del mismo lado, pero con perspectivas diferentes.

Hasta ese entonces yo había estado todo el tiempo con la cabeza enterrada en mi almohada y al decir esas palabras lo miré desconcertada.

-¿A qué te refieres? – le pregunté apoyándome en un brazo para mirarlo.

-Me refiero a que ambos pensábamos y buscábamos lo que creíamos mejor para mí – en ese instante me miró como si fuera un adolescente más y me hizo sentirlo más cercano que nunca y siguió– yo era muy terco al igual que mi padre, pero si te dice algo o intenta entrometerse en tu vida… créeme que no lo hace con malas intenciones, sino todo lo contrario. Hace lo mejor que puede, dijo refiriéndose en ese momento a mi mamá.

-Pero, papá, siento como si no me entendiera y como si ni siquiera lo intentara – me senté a su lado y me abrazó. Olía igual de bien que mi abuelo.

-Yo sentía lo mismo. La verdad es que tu madre y yo hacemos lo mejor que podemos, simplemente, la diferencia está en que yo entiendo lo que te ocurre en este momento. Las cosas con Catalina se van a arreglar, incluso si no siguen siendo amigas, todo va a mejorar, créeme. Como mi papá decía siempre, dale tiempo al tiempo.

Fue en ese momento en el que descubrí que mi padre y yo nos parecíamos más de lo que yo creía. Que a pesar de su fachada correcta y fría, era una de las personas más comprensivas que he conocido. Fue en ese momento en el cual él y yo compartimos un secreto y algo que nadie podía quitarnos ni tocarlo.

Mi hermana simplemente no se entrometía en mis problemas, y yo prefería que fuese de ese modo. María siempre fue de las que se hacen a un lado, porque claramente no le parecía mucho la idea de entrometerse en una disputa familiar y respetaba mucho su decisión.

Luego de la cena me fui a mi cuarto a ver una película, ya que a pesar de ser viernes y estar a mediados del año escolar, estaba castigada y sinceramente no tenía planes para esta noche.

Encendí el televisor y estaban mostrando los típicos programas de entrevistas de farándula que no me interesaban en lo absoluto. Mi madre me tenía prohibido usar el computador hace más o menos dos semanas atrás, por lo que mi noche no podía ser más aburrida.

Me senté en el borde de la cama y desde debajo de ésta saqué una caja en la cual yo guardaba mis recuerdos.

En ella había hasta un diente que le escondí al ratón cuando era pequeña, para asegurarme de que si era mágico iba a encontrarlo. Creo que desde que era pequeña me gustaba desafiar a las personas o a ... ¿“seres mágicos”?, no es algo a lo que mi mamá suela llamar “MALAS INFLUENCIAS” sino más bien era algo que yo creía, conformaba parte de lo que soy. Entre las cosas había un diario de vida que solía escribir de pequeña y de pronto vi una foto de Catalina y yo cuando éramos niñitas. Pensar que habíamos sido tan buenas amigas y ahora no nos dirigíamos la palabra. Ella cambió y yo cambié, no me daba cuenta de eso, más bien no quería verlo de esa forma, y me cerré tanto en aquella amistad y me esforcé tanto en intentar salvarla que al finalizarla por el bien de ambas, me di cuenta de que estaba sola sin nada más que yo misma (obviando a la familia).

Lo que ella me había hecho era imperdonable y luego de ello no nos hablamos más.

Cerré la caja, puse música y me dejé llevar por el sueño.



[1] http://psicopedagogias.blogspot.com/2008/03/problemas-que-pueden-atravesar-los.html

[2] Terapeuta José Jaime Martínez


pronto veran mas sobre taylor y josh

martes, 18 de octubre de 2011

Nueva historia

Para disculparme por todo el tiempo que no subi... cree una historia con final, por lo que subire caps todas las semanas... les dejo un adelanto por si la quieren ver :)
Esta historia la termine y la publique en mi cole

Los textos semi- literarios

En este libro, verán un nuevo subgénero creado por mí.

A partir de una serie de investigaciones y entrevistas, en los cuales me basaré, crearé una historia sumamente ficticia, pero que a su vez estará hecha en relación a la misma investigación.

La adolescencia es un período difícil por el cual todos los adultos tuvieron que pasar y así definir su personalidad.

Adolescentes y sicólogos respondieron una serie de preguntas y he aquí una historia innovadora que les permitirá comprender los procesos, etapas y preguntas que surgen en este periodo.

Prólogo

“Si no te quieren como tú quieres que te quieran, ¿qué importa que te quieran?”

Amado Nervo

Según sicólogos

¿Cómo se podría definir el período de la adolescencia?

*Es un período de transición entre niño y adulto. Porque no son totalmente niños, pero tampoco son adultos, son una especie de híbrido, con algo de adulto y algo de niño.

En esta etapa se define la identidad de la persona, se configura la personalidad. Dura más o menos de los 11-12 años hasta los 19.

*Como un período de cambios, en el que el adolecente entra en conflictos entre lo que él cree que es y lo que quiere ser, en el que lucha entre lo que le enseñaron sus padres, sus valores y la aceptación social y pertenecer a un grupo. Un período de cambios corporales, físicos y sicológicos que culmina con la consolidación de la identidad.

* Podríamos definir la adolescencia como un proceso en el desarrollo de los seres humanos que involucra lo biológico, psicológico, sexual y social. Comienza con la pubertad, posterior a la infancia tardía (también llamada por algunos autores “pre-pubertad” y finaliza con la juventud. Su duración actualmente es discutida, sin embargo, generalmente se habla de su inicio alrededor de los 10 a 12 años, finalizando entre los 20 y 25, dependiendo de cada persona.

Historia

Nunca más… No volvería a ser la de antes ni miraré hacia atrás.

Dejé que las lágrimas cubrieran mi rostro por unos instantes, para luego secarlas sin dejar huella.

Ser “LA BUENITA” no me sirvió de nada, entonces ¿Para qué seguir intentando ser algo que los demás esperaban de mí?

Siempre me sentí como una extraña, pero me di cuenta de que ese no era el lugar ni el grupo al que pertenecía.

Me puse a correr.

Quería estar sola, en un lugar donde los problemas simplemente no me alcanzaran.

Demostraría que no soy quien ellos piensan, ya lo verían.