sábado, 11 de enero de 2014

Es difícil

Es difícil explicar un sentimiento. A fin de cuentas no existen mediciones ni palabra que puedan abarcar lo que el miedo, amor o diversas emociones generan en nosotros. Todo miedo, toda amor y cariño es diferente. Las causas son las únicas cosas que se pueden explicar.
Cuando el momento de pedirle a alguien que empatice contigo, que intente entenderte y le abres tu corazón e intentas que mire dentro de ti cuesta entender que esa persona ha pasado por otras cosas, otras vivencia, diferentes historias y es por ello que es difícil que logren comprenderte, ponerse en tu lugar.
Uno pasa por la vida y conoce mucha gente. Estas personas entran y salen de tu vida y a fin de cuentas es una decisión mutua la elección de quedarse en la vida del otro.
Cuando uno llega a confiar en la otra persona de tal manera que dedicas gran parte de tu tiempo para alimentar esa relación cuesta ver como la otra persona al tomar caminos diferentes avanza... "goes on", así es como se diría en una película romántica inglesa. Es difícil. Sobretodo si esta persona piensa que la definición de avanzar es casi olvidar.
Siempre he creído que todo ocurre por algo, y es por eso que creo que los recuerdos, fotos y conversaciones deben de ser recordadas porque es de ellas que uno aprende.

Llega la noche y pienso
Recuerdo
Esto parece más bien un tormento
¿alguna vez me recordará?

Esas son las palabras que se acercan a mi mente. No son deseos de volver al pasado sino que es un sufrimiento que proviene de la angustia de ser olvidado. Superar uno primero puede resultar fácil, y al no recibir noticias de la otra persona uno cree que puede ser fácil, pero lo difícil es estar en contacto constante con lo que esa persona es ahora y saber que no eres parte de su presente ni su futuro, que esa persona ya avanzo y que tu no eras indispensable ¿Será que en el fondo todos somos reemplazables?
Este dolor proviene del ego, de esa pedantería intrínseca que uno posee en el alma, en las sombras del ser humano. El no poder creer que alguien te supera y que avanza como si tu fueses tan solo un capítulo pequeño en su vida. Espero poder abandonar mi ego, mi autorrespeto pero cuesta tanto cuando uno sabe que se merece algo mejor.
Todos los esperos expuestos en esta reflexión se reducen a un ESPERO ALGO MEJOR.
¿Será que esto es lo que merezco? Quizás no, pero tengo la fe que estas son experiencias para avanzar y madurar. En algún momento el dolor se hará a un lado, y será ahí el momento en que humildemente mirarás hacia atrás y pensaras que las cosas no podrían haber sido de otro modo y darás las gracias.
En este momento esta persona aún está en mi presente aunque no lo desee, pero aunque uno pueda escapar de las redes sociales, de las fiesta donde sabes que uno se puede encontrar, de los lugares que frecuenta e incluso eliminar fotos, números de teléfono, conversaciones... los recuerdos quedan y la peor prisión se convierte en tu propia mente. No poder escapar d elas inseguridades y miedos que te inmovilizan y no te dejan avanzar al fin y al cabo. No poder escapar de tus sentimientos y de las emociones que sentiste y de las cuales no estás seguro si aún las sientes... inclusive cuando estando juntos como amigos o algo más tampoco tenías la certeza de sentir.
Intentar distraerse puede resultar difícil cuando es tu propia mente la que te persigue a todas partes. Cada canción y situación te recordarán aquello que te causa el dolor, pero hay que ser fuerte y poner el pecho a las balas. Lo siento, perdóname, gracias y te amo.

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